El sábado 27 de febrero amanecimos en Chile. Eran las 3.34 de la madrugada, las 7.34 en España, cuando la tierra empezó a temblar. Un terremoto de una intensidad de 8.8 grados en la escala de Richter sacudió enormemente Chile. El caos tuvo una duración de poco más de dos minutos pero fue devastador.
Unos instantes bastaron para la tragedia. Regiones enteras fueron completamente destruidas en la zona centro y sur del país, lo que supone casi el 80% de la población. Y, ya hay que lamentar al menos 452 víctimas del seísmo, más todos los desaparecidos y los heridos, según cigras oficiales de las autoridades chilenas.
El Gobierno ha tenido que realizar varios recuentos ya que, en un principio, el número de víctimas de la catástrofe era superior porque se habían contabilizados todas aquellas personas no identificadas.
"Cobqueruca de 2010" está considerado como uno de los cinco terremotos más intensos de la historia de la humanidad y el segundo más fuerte del país. El sismo registrado fue mucho más grave que el del terremoto que asoló Haití el pasado enero, entre 50 y 100 veces más intenso. No obstante, todos quedarán en el olvido.
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